viernes, 30 de octubre de 2015

Quinoales de los Andes



Quinoales
de los Andes,
que encienden
la luz
de olor,
que rebosan
las laderas
de anaranjado verdor,
y envuelven 
-mañanas
nebulosas-
de un
apagado fulgor;
simientes
son
de castor,
simientes
son

de castor.


4 comentarios:

  1. Alma de luz naranja aquellos que yo vi caminando con mi princesa por la quebrada del Llanganuco. Latían los corazones, apasionados, mezclando altitud con amor. No se me olvidaran fácilmente. Un abrazo, Primitivo.

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    1. La quebrada del Llanganuco, cómo me gustaría andar por la naturaleza perfecta del desfiladero, por las lagunas hermosísimas contemplando el paraíso y cómo me gusta tu comentario y que hayas revivido episodios de amor apasionado y de las alturas sublimes de los Andes. Muchas gracias Miguel, no dejas de sorprenderme. Un abrazo fuerte de tu amigo Primitivo.

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  2. Gracias, Mark, te agradezco mucho tu apreciación y me ilusiona que te parezca hermoso, que pases una buena tarde, un abrazo, Primitivo.

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