miércoles, 17 de junio de 2015

Buenos días


Venían dos que no sabían decir buenos días, porque, de chicos…, bueno, el caso es que no lo habían aprendido. Ahora que, gilipollas, les salía del alma con entonación de barítono en Ofelia, y en eso se entretenían, en llamarse gilipollas uno a otro, total, que se sentían  muy afortunados, ya que, lo de buenos días se les resistía, en cambio, la palabra más descangallada y precisa la dominaban como el correo del zar el galope de los caballos; a las mil maravillas.

4 comentarios:

  1. Aquí vengo a desearte la buenas noches, Primitivo, que también tiene su dificultad y enjundia, aunque nunca con un amigo como tú. Y qué razón tienes de lo fácil que resulta verse arrastrado por esos necios galopes. Un abrazo fuerte.

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    1. Buenas tardes, Miguel, contigo todo resulta fácil y tus palabras son siempre bien recibidas, ya te lo he dicho eres un artista en toda regla y todo lo que tocas lo transformas en verso y en prosa y en imagen, cómo me agrada encontrarte. Mucho ánimo y sigue escribiendo y no hagas caso a los que no merecen que les prestes atención. Un abrazo grande de tu amigo Primitivo

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  2. Se pierden los buenos modales...

    Saludos

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    1. Somos muchos los que cuidamos las formas e intentamos decir lo que pensamos sin ofender a nadie y respetando siempre al que piensa distinto. Eres un maestro de la palabra y del buen gusto y te agradezco mucho que con tan pocas palabras expreses un pensamiento digno de tenerse en cuenta. Un abrazo de tu amigo Primitivo.

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