lunes, 19 de mayo de 2014

Notas de la cebolla


Llora como una centolla…

de corral,

cuando pica una cebolla

con un casquete en la boya,

cual igual,

que un solideo purpurado

en nuca de cardenal.

 

Siendo sal lo que tomó

por molienda de costal,

quiso la malaventura

que probara con premura

un guindilla del cabal,

que al apreciar el sabor

dijo: “¿cuál?”,

solo sal,

y, salió del lugar.

¿¡Dónde va!?

Por la prisa que lleva

derecho a su muladar,

por ver si puede arrojar:

con el agua salada;

una estrella de mar.

 

Al final, una vihuela del ejército tahalí

que permanecía callada

desde los tiempos del Cid

respondió en la madrugada

con un “mi”

que preludió la noche,

como si,

la salmuera

devolviera

a la vihuela

sonidos de flor de lis.

2 comentarios:

  1. Realmente bueno !
    Poesía que, sin duda, hace llorar....

    Un cordial saludo
    Mark de Zabaleta

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  2. Muchas gracias, Mark, es un honor verte por aquí. Ya lo ves, solo es una jitanjáfora, que, como mucho, sirve para provocar una media sonrisa. Tú, como eres tan inteligente y tan perspicaz has dado enseguida con la intencionalidad, y, sí, sin duda, hace llorar.
    Un abrazo muy agradecido de tu amigo Primitivo

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